No llames la atención, no pases desapercibida
Cada mujer con su particular complexión física trata de aproximarse a ese patrón ideal a la hora de vestirse. Yo la primera , y desde que era una niña. Por eso pasaba horas y horas delante del espejo, mirándome inmóvil y también bailando. Estaba haciendo sin saberlo un sano ejercicio de toma de conciencia de mi cuerpo: había partes que me gustaban, y quería resaltar; y otras que detestaba, y me avergonzaban.
En mi trayectoria profesional sigo frente al espejo pero contigo. Vemos juntas tus puntos fuertes, aquellos que hay que subrayar, potenciar , que sean el título si fueras texto, y los que queremos minimizar, para que te sientas cómoda: fundamental.
El segundo aspecto importante tiene que ver con tu personalidad, con tu energía, con quien eres adentro, con cómo te muestras al mundo. Has de brillar tú, no el vestido.
Y para finalizar, ponemos sobre la mesa aspectos de tendencias de moda de actualidad, contextos físico, social, geográfico y preferencias.
En el caso de este diseño, llamado Lyla me valgo de un diseño con escote en V, hombros descubiertos y abertura delantera como elementos potenciales. Aprovecho el rendimiento de un tejido blando, de gramaje considerable, cortado al biés para distraer la atención del observador de las zonas del vientre y cintura. La línea “trapecio” en inusual color ultravioleta, unidos a la luz que aporta el satén añade la sofisticación al look.
Todo este desfile de elementos convierten esta pieza en ideal para una persona y contexto determinados.
Ah, y me hace feliz ponerte guapa.