El secreto de un vestido de novia inspirador
Distraída en tantos “sonajeros” a tu alrededor…
Crees que tienes que saber, conocer, prestar atención a esta o aquella marca. Que estrés.
Es lógico; debido en parte a la influencia de la sociedad de consumo abanderada por medios y plataformas de comunicación tanto convencionales como digitales.
Y me resulta llamativo comprobar cómo logra captar tu atención, lo menos importante, lo que finalmente pesará menos. Este o aquel detalle.
Funcionó como reclamo, pero ¿te sirve?
Mira, paso buena parte de mi tiempo probando y continúo sorprendiéndome con el diferente aspecto que un mismo diseño muestra en personas con perfiles físicos similares.
Y a pesar de que, modificar ciertas características del diseño de un vestido, puede cambiar completamente cómo nos percibimos con él puesto, te puedo asegurar que es imprudente y poco realista hacer predicciones.
La clave, el éxito está en lo que es menos evidente y detallo a continuación:
COHERENCIA CON TU CUERPO
Vuelve tu atención hacia ti.
Mírate en el espejo.
Toma conciencia de tu cuerpo en primer lugar.
Seamos realistas.
Tu línea es lo más importante. Por mucho que te llame la atención este o aquel detalle o modelo, lo descartarás a la primera de cambio si no te favorece. Entonces; ¿por qué no empezar por el principio? . La realidad se acabará por imponer.
PROPORCIONALIDAD Y ARMONÍA
Tu figura es el principal armazón del vestido. Así que prestémosle la principal atención.
Si tienes unos hombros bien formados y no mucha cadera, ni cintura marcada, subrayémosla, y demos protagonismo a estos hombros con versiones de escotes halter, palabra de honor, mangas ranglan o feminicemos tu aspecto con mangas japonesas.
Si por el contrario tus hombros son redondeados, más bien bajos y tienes mucha curva, vayamos en la búsqueda de cuerpos con línea sisa o con mangas montadas, donde incluso podamos incorporar una sutil hombrerita de guata. La parte de abajo la resolveríamos con faldas de línea “A” de mayor o menor ángulo, donde tienen cabida faldas deviadas, biés o capeadas, con el objetivo de señalar esta curva de tu cintura tan atractiva.
LA GRAVEDAD: PROTAGONISTA EN UN VESTIDO DE NOVIA
Desconocido y puede que un poco técnico, gramaje es el término utilizado en el ámbito profesional.
Es el peso en gramos del tejido principal del vestido de novia, por cada metro lineal, e influye. Y mucho.
¿En qué?
– En el cayente: el modo en cómo cae, de bien o de mal, el vestido sobre el armazón de tu figura.
– Su comportamiento determina el tema o ambiente: el estilo del vestido de novia.
Y un mayor gramaje puede hacer mucho por favorecer un look.
PERSONALIZACIÓN DEL PATRON
Es lo más raro de ver por su dificultad y me explico.
El desarrollo de la industria textil ha dado lugar a la especialización, que dista de la idea de personalización.
A grandes rasgos, en ella se diferencian diseñadores, patronistas de los diseños, escaladores de tallas proporcionales de los patrones iniciales, cortadores de las tallas escaladas y confeccionistas, también llamados pieceros o maquinistas, que cosen los vestidos cortados en las tallas determinadas, y donde cada profesional ejecuta una serie de operaciones específicas.
Y constato, con conocimiento y experiencia, que existen marcas con altos stándares de calidad en todos los procesos de producción, que dan respuesta a ocasiones de uso diferentes, eso sí, a la que en este blog trato: son los mercados del prêt-à-porter, strett wear, denim u otras industrias especializadas en deportes concretos.
En buena parte de ellas prima el rendimiento y el confort de la prenda.
En los casos especiales, en los que pretenden individualizar el modelo para un cliente optan entre:
– acudir a la prenda confeccionada, correspondiente a una talla lo más afín posible con las medidas de la persona, superior o inferior, y se “arregla”
– la otra opción es variar el patrón escalado , es decir, hacer modificaciones en el patrón de una talla cuya proporción sea similar a la de la persona
En ambos casos, si estas operaciones se realizan con profesionalidad, es facil que el resultado sea aceptable, en función de lo “normotalla” que sea la persona.
Y después de esta dosis de realidad, retomo el hilo:
Porque cuando la ocasión de uso a la que nos referimos es un acontecimiento muy relevante para ti , el criterio estético pasa a un primer plano.
En este punto cobra valor la personalización.
Imagínate que el profesional sensible a las corrientes de vanguardia que diseña, tiene la capacidad de desarrollar el patrón.
Imagínate que ese mismo profesional que creó y convirtió su idea en patrón, corta, cose y prueba.
El proceso creativo al completo.
Una y otra vez.
Ensayo error.
Hasta obtener como resultado la materialización de su diseño.
Imagina la misma persona que aglutina estas disciplinas tomando cuidadosamente tus medidas e interpretando una vez más su diseño.
Esto es exactamente lo que puedo hacer por ti.