Porqué soy diseñadora de moda
Mi amigo Jordi, que es profesor de ESO me dijo cuándo nos conocimos, que eso de ser diseñadora de moda no le parecía una profesión muy habitual.
– “¿Cuántos abogados, informáticos, gestores, funcionarios, operarios crees que hay en un distrito de Barcelona?
– Pues habrá, con toda seguridad en mayor o menor medida, contesté.
– ¿Y diseñadores de moda?
– Alguno o ninguno, le respondí.
– Y ¿cuántos de tus compañeros de promoción ejercen en la actualidad como diseñadores de moda?
– Alguien más, o puede que nadie. “
Años atrás, en mi época de estudiante de moda en IDEP, recuerdo como mi convencimiento de que iba a ser diseñadora de moda, había llamado la atención de la profesora de vestuario de cine.
Escéptica, en las primeras hojas del libro , “La moda imagen de la historia”, del que es autora, Carmen L. Peyri me dedica la siguiente nota manuscrita:
“Cristina, el camino de la moda es largo y difícil, pero … Adelante”
Y sí me resultó complicado, pero curiosamente no tanto por lo que entraña de dificultad desempeñar este oficio en sí, por el cual mostré muy pronto habilidades, sino como consecuencia de un entorno poco propicio.
Lo descubrí por casualidad.
Fue una certeza. Amor a primera vista.
Una tremenda ilusión. Tanta …
La misma que siento hoy. Sigo emocionándome con solo pensarlo.
Ese convencimiento me ha llevado a equivocarme una y otra vez durante largos periodos de tiempo. Pero qué gran escuela el error.
Hasta que un día detecto que el yerro es menor, acierto de vez en cuando y me sorprendo.
Y comienzan a sucederse los logros. Y en cada uno de ellos reconozco la sabiduría que me brindó ese y aquel error pasado. Aquellos que di por inútiles y absurdos.
Ahora reconozco y saboreo la seguridad, fruto de la experiencia del fracaso.
Sí. En muchos momentos la cuesta arriba se normalizó en el día a día.
Ahora, el reto, la dificultad se han convertido en modo de vida.
Un hábito que me convierte en competente tanto en el terreno de la empresa y profesional, como en el plano personal y social.
“ Haz que el día de hoy cuente. Sé la mejor versión de ti misma”, afirmo mentalmente a menudo.
La anécdota,
Estos días estoy embarcada en un diseño nuevo:
Tenía la idea en mente de una pieza que complementara mi colección de Alta Costura. Qué ilusión desarrollarla. Me encantaría pensaba, pero, ¿cuánto voy a tardar en hacerla realidad? Porque hay diseños que he materializado en un par de días, pero otros he tardado hasta años en llevar a buen puerto, mientras versiono aproximaciones. Lo bueno es que, a priori sé que saldrá y bien. Es el rédito de la experiencia, el compromiso y de la confianza en mí misma. No puedo precisar en cuanto tiempo lo lograré y dirigiendo un negocio no siempre puedo disponer de todo el que se toma una nueva creación.
Bien, he apostado por él una semana de mi valioso tiempo:
“Si no sale algo realmente bueno en esta semana, seguiré más adelante”, me dije
No sé cuántos prototipos han sido necesarios porque no los cuento, pero más que dedos tengo sumando los de las 2 manos, seguro.
Qué alegría haber podido hacerlo realidad y comprobar el resultado: sencillamente exquisito.
En los tanteos iniciales soy como elefante de cacharrería y en cada prueba valoro los noes y por dónde avanzar. Aliento y protejo todo el proceso creativo con pensamientos en positivo. Confío plenamente en que el resultado será extraordinario. Y me entrego a ello en silencio. Concentrada solo en eso sin distracciones.
Gracias por esta voluntad, perseverancia y capacidades.
Gracias al cielo que conspira en mi objetivo.
Gracias Oscar por tu apoyo, tu cariño y tu fe incondicional en mí.
Ahora tengo mi propio sistema de emprender y estos son los pasos,
1.- Visualizar el resultado: dibujo, imagino y lo arropo de ilusión.
2.- Voluntad: ir, acción, (los planes, de poco me han servido, más allá de señalar la dirección).
3.- Contar con el componente error como parte necesaria de cualquier iniciativa.
4.- Perseverar: hacer todo lo que esté a mi alcance y más.
5.- Documentar: tengo la buena costumbre de hacer memorias, así si sale bien tengo el método y en caso de obtener una consecuencia diferente a la prevista, la experiencia.
6.- Estar atenta y valorar la intuición.
7.- Aceptar el resultado y los tiempos, sin juzgar. A veces “no” simplemente significa “espera”. Espera al segundo intento, al tercero, al cuarto.
No sin la actitud,
Dispuesta al reto, a dar lo mejor de mí y a explorar los límites propios.
Rendirme o mirar para atrás, nunca.
La reflexión última,
“Tanto si hacemos lo que deseamos como si no, el tiempo pasará igualmente porque el reloj nunca se detiene. Por tanto, es mejor que empecemos a realizar nuestros sueños cuanto antes.”
(CORAZÓN QUE SIENTE, OJOS QUE VEN / M. M. Conangla i J. Soler)
«Si no actúas sobre la vida, ella actuará sobre ti. Los días se convertirán en semanas y las semanas en meses, y antes de que te des cuenta, tu vida habrá acabado».
(Robin Sharma)